domingo, 25 de febrero de 2018

Banquillos que ganan partidos


Y efectivamente, el factor determinante que determinó el partido en gran medida fueron las segundas unidades en un partido de poder a poder entre dos huesos duros de la conferencia oeste. En un partido muy enérgico, con mucha tensión en la que hubo más de una técnica, Kevin Durant (28 puntos y 5 rebotes) y un superlativo Stephen Curry (21 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias), le ganaron el pulso a unos correosos Oklahoma City Thunder que soportó hasta el tercer cuarto, donde un parcial final de 44-13 entre el término del tercer cuarto y el último acabo con el equipo de Billy Donovan.

Un día más en la oficina de Stephen Curry y su séquito, el cual llegaba con unos registros defensivos en declive, y es que en las últimas semanas el equipo dirigido por Steve Kerr encaja actualmente una media de 107,6 puntos por partido, cuando no superaban los 100 antes del mes de febrero.

Comenzaron fríos ambos equipos en el registro anotador, hasta que Durant y Curry entraron en el partido y se fueron con 24 puntos al término del primer cuarto. Los Thunder registraron 22 tiros de campo fallados al término del cuarto, y a raíz de ello, Billy Donovan apuesta por el "small ball" ante la dificultad que tenía su equipo de anotar, y buscar mayor dinamismo en el juego para que Westbrook tenga más espacio para hacer uso del dribbling para atacar y asistir para  tratar de recortar distancias al descanso (52-45).


Se antojaba un partido de alta tensión, y pese a que la relación entre Durant y Westbrook se está apaciguando, el juego duro por el que apuesta Draymond Green (tras la técnica que le sancionaron, se convierte en el jugador de la NBA al que han pitado más técnicas del curso) influía en pilares de los Thunder, como Carmelo Anthony o Paul George, los cuales fueron amonestados con técnica tras varios encontronazos, con Kevin Durant de por medio.

A cada intento de Russell Westbrook de recortar distancias, el equipo de la Bahía respondía con buenos parciales, como el de 7-0 en 1 minuto durante el tercer cuarto y con ataques duros para traspasar las férreas defensas, el dúo que forman Durant-Curry comenzó a desatascar el partido, abriendo un margen de 10 puntos en el marcador.

Entonces apareció el factor que determinó el parcial final y que dejó la amplia distancia que se plasma en el marcador, y fue la segunda unidad de los Warriors.
Nick Young, el hombre que anotó 16 puntos en la segunda mitad para dinamitar a unos incrédulos Thunder que a mitad del tercer cuarto estaban con 6 puntos de desventaja y oportunidades de llevarse el encuentro, y el banquillo determinó el marcador cuando los titulares necesitaban recuperar energías.
Unos Thunder apagados, estableciendo sus peores registros anotadores y de eficiencia en el acierto de cara a canasta (80 puntos y 33% de acierto) de la temporada, añadiendo una defensa prácticamente inexistente y sin capacidad de reacción, permitió que Nick Young se pasease por el Oracle Arena y extendiese la ventaja de unos Golden State Warriors que mantienen el pulso de los aspirantes Houston Rockets de James Harden y no se lo pondrán nada fácil, ya que la química del equipo y la calidad del mismo, unido al toque de Steve Kerr como entrenador y mentor del equipo en general, hace de estos Golden State Warriors un equipo muy difícil de batir, y en mi opinión, firmes candidatos a ganar su segundo anillo de manera consecutiva.




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