jueves, 5 de abril de 2018

Ha llegado la hora de Sylven Landesberg

En el baloncesto hay diferentes tipos de jugadores que simpatizan con su afición. Jugadores con carisma, anotadores compulsivos, defensores tan impenetrables que parecen muros, "dunkers" que destrozan el aro rival. Aquellos jugadores que provocan nuestra alegría y ganas de saltar del asiento del pabellón para corear su nombre.
Después de casi toda una vida abonado al Club Estudiantes, he visto a jugadores que se han ganado un hueco en nuestros corazones colegiales: Pancho Jasen, Nacho Azofra, Will McDonald, Marlon Garnett, Petar Popovic, Nik Caner-Medley, Diamon Simpson, Nacho Martín, Edwin Jackson, y un largo etcétera.
En la temporada 2017/18, después de 15 de mis 22 años abonado al club del Ramiro, un jugador me ha vuelto a enamorar, nos ha vuelto a enamorar, actuación tras actuación cada domingo, donde lo deja todo para llevar a su equipo a lo más alto posible. No es otro que el hombre de moda en el baloncesto español, Sylven Landesberg.


Origen

La filosofía de vida y los orígenes del alero del Estudiantes le han llevado, ya no sólo a ser el jugador que es, sino la persona que está fuera de las canchas y sin un balón en las manos.

Desde sus abuelos, que lucharon por huir de la Alemania nazi, siendo judíos de origen austríaco y polaco, y de padre neoyorquino, denominado por él mismo como "el típico judío neoyorquino", y su madre procedente de Trinidad y Tobago.
Sylven Landesberg nació en Nueva York en una familia de numerosas nacionalidades en las que el racismo está a la orden del día, y es algo con lo que éste jugador lucha por finalizar. En una entrevista realizada a Movistar plus, Sylven Landesberg muestra la clave que da lugar al racismo: la ignorancia, haciendo ver al mundo lo que está provocando y la manera de erradicarlo.

Nueva York

Nacido el 10 de abril de 1990 en Nueva York, Sylven Landesberg aprendió a ser un jugador fuerte, duro, con carácter y agresivo en ambos lados de la cancha.
Para Landesberg, haber nacido en Nueva York te permite jugar contra rivales que suelen ser más fuertes y con mayor calidad que tú. Vas a aprender lo duro que es conseguir ser el mejor, querrás luchar por ganar cada partido, cada torneo, y pasar por encima de cualquiera.

Landesberg creció en el barrio de Queens, donde se juega uno de los torneos más importantes de Nueva York, donde el slogan es "trae tu juego, no tu nombre". Un torneo que han jugado celebridades como Dwight Howard o LeBron James, y jugadores con menos reputación tratan de humillarte en la cancha, sin importar quien seas y de donde vengas. Es su estilo de vida.

Uno de los factores que provocó que Sylven fichase por el Estudiantes es Omar Cook, pese a que no le conocía personalmente. En más de una ocasión Landesberg cuenta la historia del "sheriff" del Club Estudiantes, afirmando que cuando creció en Nueva York, Omar Cook era un referente para todos aquellos jóvenes que nacieron allí. Se labró un nombre en la ciudad, y cuando oían que Omar estaba en un pabellón, eras consciente de que el recinto iba a estar lleno. 
Según Landesberg, en Nueva York hay una larga tradición de jugadores como Lance Stephenson, Kemba Walker, Lamar Odom, Ron Artest... pero el original era Omar Cook, aquel al que toda la ciudad involucrada en el mundo del baloncesto le respetaba y admiraba.

Maccabi

El neoyorquino llegó a Israel en el año 2010, donde comenzará su andadura profesional. 
Firmó por el Maccabi Haifa,donde llegó a promediar 20.7 puntos y 5.4 rebotes por partido.
Pero no fue hasta 2012, momento en el que es traspasado al Maccabi Tel Aviv, donde comienzan los triunfos colectivos para Landesberg. En 2014 llegó a conquistar la liga israelí y la Euroliga, en la que venció a su actual rival en el derbi de ACB,el Real Madrid.

Un equipo muy sólido tanto en liga como en Euroliga. Un lugar idóneo para sacar tu potencial y diferenciarte para ser uno de los mejores jugadores de Europa. Y ahí llegan los problemas.
Sylven Landesberg ha confesado que el papel que tenía en el Maccabi no era el que deseaba, no quería ser un hombre de segunda unidad. Desde que llegó al conjunto israelí le pusieron en una burbuja, y se sentía atado. Todo el potencial que está demostrando actualmente no podía exponerlo en aquel equipo, se sentía cohibido.
Después de no poder sacar todo el baloncesto que un chico de Nueva York tiene en sus venas, decide salir de ahí, poniendo rumbo a la mejor liga de Europa.



Movistar Estudiantes

Gran parte de culpa de que Sylven Landesberg firmase el pasado verano por Movistar Estudiantes es Nik Caner-Medley, ex-compañero en Maccabi, con el que actualmente guarda una gran relación, siendo como un hermano mayor para él, afirma el alero del conjunto colegial.
Cuando Nik se enteró de la posibilidad de que el Estudiantes estaba interesado en Sylven, no dudó en llamarle para convencerle. 
Es la mejor liga después de la NBA, en un equipo donde será el líder y podrá sacar todo su potencial, que es su principal objetivo, además de ser una gran ciudad donde vivir, además de contar en la plantilla con Omar Cook, base que admiraba desde que era muy joven, le llevaron a decantarse por el Estudiantes y desembarcar en la liga española.
Es en éste equipo donde Sylven Landesberg ha encontrado el ambiente para sacar su mejor versión como jugador de baloncesto, donde se encuentra la base del éxito: la confianza.
El entrenador cree en él, y sus compañeros también, centrando la estrategia del equipo sobre él, buscando el progreso diario, que le llevan a ser el máximo anotador de la Liga Endesa, con 21.2 puntos por partido, y dejando una serie de actuaciones estelares.

Para muchos, incluyéndome entre ellos, veíamos en Sylven Landesberg la oportunidad de ocupar el vacío que dejó en el equipo la temporada pasada Edwin Jackson, máximo anotador y jugador más valorado de la temporada pasada, pese a que no fue elegido como MVP, para mi de manera algo injusta. 
Me preocupaba que se le diese tanta presión a un jugador que comienza su experiencia en España. Pero no sabía lo suficiente de él, está acostumbrado a este tipo de presión, y la confianza en sí mismo hace que sea capaz de canalizarlo.

Sylven Landesberg es un jugador exigente, con ganas de ser mejor jugador cada día que pasa, cada tiro, cada entreno. Gran seguidor de Kobe Bryant, trata de asemejar su mentalidad con la de "La Mamba", para sacar siempre lo mejor de él.

Todos los atributos que hemos analizado de Landesberg han acabado por conocerlas en el mundo entero, después de su actuación el pasado domingo frente al Barcelona Lassa, en la que ganó Movistar Estudiantes por 95-100. En un encuentro para el recuerdo, Sylven anotó 48 puntos (8/11 en triples y 15/22 en tiros de campo), 5 rebotes, 3 asistencias y 9 faltas recibidas para hacer 52 de valoración, lo que le llevó a ser el tercer máximo anotador en un único partido de la historia del Estudiantes y de la ACB.


Fue una actuación que maravilló al mundo del baloncesto, recibiendo elogios de todo el mundo. A todo el mundo le sorprendió, excepto a él.
Hubo un momento, en el tercer cuarto, donde Landesberg falló dos triples en los que Kopponen le hizo falta, y le cambió la mentalidad. Sacó la agresividad con la que se curtió en Nueva York, y le daba igual a quién le pusieras delante, iba a encestar todo aquello que pasara por sus manos.
Todo el trabajo que hay detrás de aquel partido, la confianza en si mismo, el potencial que tiene, y su ambición por ser mejor cada día hacen que Sylven Landesberg sea un jugador que marca la diferencia, y tiene partidos en los que explota como el último, pero que no le sorprenden, sabe hasta donde puede llegar, y ahí esta la clave de todo, que no se pone límites y puede llegar donde se proponga.
Disfrutemos de Sylven Landesberg el tiempo que siga en Movistar Estudiantes, y esperemos, como aficionado colegial, que sean por muchos años.





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